jueves, 9 de febrero de 2012

Tarde de Tertulia y Té



Bueno, pues la volví a liar... Y es que no me puedo estar quieta así me maten (sean los dolores de huesos o mi marido, pero el caso es que algún día me matan uno de ellos jajaja)

El caso es que este pasado sábado en el centro donde suelo ir había una tertulia que parecía muy interesante por su título: "Mundos Desconocidos"  y allá que me fui acompañada de cuatro amigos más (para que mi mozo no se quejara y viera que iba bien protegida) Estas tertulias suelen ir acompañadas de un té estupendo y galletitas, así es que... ¿como resistirse al evento?

Lo malo es que como ya sabéis tengo una rodilla rota y mis caderas medio destrozadas, pero ni aún así me resistí a largarme toda la tarde. Pero mereció la pena aunque lo lleve pagando con creces toda la semana.  Tanto anímicamente como intelectualmente hablando, pues aprendí varias cosas de nuestro entorno más inmediato. Cosas, que nos pasan desapercibidas y que cuando las descubres te hacen pensar y meditar en muchas otras cosas más. Tanto... que al final creo que uno no llega a ningún acuerdo ni consigo mismo, pues cada frase y cada pequeño vídeo que nos pusieron, dan para más de una charla.

No os creáis por lo que aquí leéis que soy ninguna lumbreras ni cosa por el estilo, pues cuando vi el título pensé que nos iban a hablar de extraterrestres, otras galaxias... etc. porque ni por un momento imaginé que esos "Otros Mundos" fuesen el nuestro propio. Vamos, que también era nuestro propio cuerpo. Así es que, mundo más cercano que ese creo que no hay ninguno.

De entre todas las cosas que explicaron (nos vamos a la física cuántica) lo que más me dio que pensar fue esto:
"EL OBSERVADOR CAMBIA EL FENÓMENO" Curioso, ¿no? Me explico:

Nos pusieron un pequeño vídeo donde se veía una de las pruebas o estudios que están haciendo con las partículas más pequeñas de un átomo. En dicha prueba comprobaron que esas partículas cuando las disparaban a través de un -digamos- panel con dos rendijas alargadas, en vez de estrellarse en el panel de enfrente haciendo un dibujo de dos rayas alargadas, se estrellaban haciendo un dibujo totalmente diferente, pues esas partículas en vez de pasar por esas rendijas pasaban por todos lados e incluso por los lados del panel y atravesándolo por cualquier parte. Entonces los científicos al pensar que eso no era posible, pusieron una cámara para observar bien el fenómeno y averiguar por dónde pasaban exactamente las partículas y cuál era su comportamiento...

Pues bien. El resultado fue que al poner la cámara esas partículas pasaron todas solamente por las rendijas, y crearon en el panel de enfrente el "dibujo" esperado. Con lo cual, se demuestra que "el observador cambia el fenómeno" 


Ahora bien, yo voy más allá... Para mí no es el observador en sí quien cambió el fenómeno, sino la mente de ese observador, ya que el dibujo creado y el comportamiento fue el que él (o ellos si eran varios científicos) esperaban, porque era lo que ellos creían lógico.

¿Y esto a dónde nos lleva? Para mí es la prueba irrefutable de que realmente podemos cambiar nuestra realidad y lo que queramos tan solo con nuestra mente. ¿Fácil, no? Dicho así, debería de serlo, pues ya está demostrado científicamente que es posible, pero el problema seguramente está en que precisamente por lo sencillo del tema no nos lo creemos, y al dejar que penetre la duda en nuestra mente, estamos cortándonos la respuesta esperada.

Como veis, esto por si solo ya me hace meditar y mucho, pues si estas partículas tan minúsculas son capaces de comportarse así y de captar nuestro sentimiento o pensamiento, quiere decir que nuestros átomos también, por lo tanto, si sigo con el hueso roto es porque quiero, pues lo más sencillo del mundo sería visualizar y esperar con absoluta confianza en que al despertar por la mañana mi hueso esté soldado y mis caderas estupendas.

Pues nada, os dejo que tengo que seguir meditando y pensando en ello...  Pero eso sí, a partir de ahora, a quien me vea en silla de ruedas y medio rota, ME LO CARGO!!!

Besitos miles,

Leonor....


* Las dos imágenes que he elegido para este post son de Elena Dudina, una gran artista como podéis comprobar.