TE REGALO UNA SONRISA
Estando contigo haces que todo parezca más fácil, que los problemas sean simples oscilaciones en nuestro camino que van perdiendo importancia y dramatismo a medida que avanzamos por él, que la vida nos sonría a cada uno de los que la disfrutamos, pues eso es lo que hacemos: "disfrutarla" y no, pasar por ella sin pena ni gloria.
Hasta el otoño pierde su sentido nostálgico y romántico para convertirse en una explosión de colores amarillos, rojizos, marrones y ocres, con pinceladas verdes y grises, pero lejos de ser melancólicos son brillantes y agradables a la vista y al espíritu.
Nos recuerdan que nosotros, como las hojas que el viento esparce, estamos de paso por esta Tierra, que tenemos que bailar, reír, sentir, amar y dejarnos amar por los demás, como ellas lo hacen por el viento.
Con su murmullo y su baile alrededor nuestro, nos lo están recordando a cada paso, en cada estación. Nos susurran al oído que se marchan con alegría porque aprendieron a amar la vida, y nos alientan con su canto a que las imitemos, pues quieren que comprendamos que al igual que ellas, retornaremos otra vez a esta vida después de un breve descanso, pues si hemos aprendido a amar esta Tierra y a nuestra naturaleza humana, siempre tendremos la oportunidad de volver, de empezar de nuevo otro ciclo completo; con nuevas experiencias y nuevas sensaciones, o repitiendo las ya aprendidas y deseadas...
Nunca antes había entendido el lenguaje secreto de la naturaleza, pues no me había detenido ni tan siquiera a observarla, simplemente me limitaba a constatar el fastidio y la tristeza que suponían esos días tan cortos y fríos, con los vientos y lluvias interminables... preludio de otros días venideros más cortos y fríos todavía.
Pero todo eso cambió cuando vi tu cara risueña y picarona y me pregunté por qué
¿Qué era lo que tan feliz te hacía?
¿Qué pasaba por tu mente o alma que te hacía sonreír de aquel modo? ¿Qué insondables misterios poseías que yo, tonta de mí desconocía? ¿Cuál era tu secreto?...
Entonces, sin apenas darme cuenta, un buen día lo descubrí:
-El único misterio era dejarse llevar por la vida y disfrutar paso a paso, día a día, de lo que ésta nos ofrece.
Experimentar con alegría y sin miedo hasta en los huecos más recónditos de nuestro ser.
Darnos tiempo a escuchar el sonido del silencio...
Con cariño,
Leonor / alias Ocarina